Samuel S. Kistler, en 1931, hizo una apuesta con su colega
Charles Learned, sobre si era posible o no reemplazar el líquido de un
tarro de mermelada por un gas sin que el volumen del mismo disminuyera.
Como ocurre a veces, el resultado de un experimento que solo tenia como
fin el desafío entre dos científicos dio como resultado una sustancia
maravillosa: el aerogel.
El aerogel es uno de los nuevos materiales más
prometedores, incluso por su aspecto nebuloso. Entre sus propiedades se
destacan el hecho de ser casi tan liviano como el aire y al mismo tiempo
muy resistente, así como su sorprendente capacidad como aislante
térmico, lo cual lo vuelve sumamente atractivo para diversas
aplicaciones. Su composición es de silicio, de carbono y de diferentes
metales, aunque la mayor proporción del compuesto (hasta el 98%) siempre
es aire.
Algunos tipos de aerogel se trituran en un polvo tan fino que pueden bloquear las traqueas, por donde respiran los insectos. Su estructura cavernosa es un excelente filtro y es un buen catalizador. La NASA los utiliza para recolectar partículas del cometa Wild-2.
No hay comentarios:
Publicar un comentario